Un facial es un tratamiento destinado al cuidado de la piel, realizado siempre por un especialista capacitado en un lugar donde disponga del material necesario y homologado para llevarlo a cabo. Además, algunos tratamientos de este estilo están destinados para ayudar a las personas propensas al acné.
Sin embargo, los faciales pueden traer consecuencias negativas, siendo una de ellas la irritación de la piel. Es sabido por muchos de nosotros que la irritación empeora el acné, especialmente si es inflamatorio que es el que presentan la gran mayoría de las personas.
Si solo se tiene acné leve, un tratamiento facial sería una buena acción a realizar en cuanto nos referimos al cuidad de la piel. De todas formas hay que tener cuidado para evitar, en todo momento, toda clase de procedimientos que puedan irritar la piel, y generar acné.
Por ello, desde Tratamiento Acne os vamos a mostrar todo lo relacionado a los tratamientos faciales enfocados al acné, indicando cuando deben realizarse y cuando no lo aconsejamos.
¿Qué ocurre durante un tratamiento facial?
Un tratamiento facial consta, generalmente, de estos pasos:
- Limpiar la piel
- Vaporización de la piel o aplicación de toallas calientes en la piel
- Exfoliación
- Tratamiento con luz LED
- Extracción de poros obstruidos
- Masaje de la piel
- Aplicación de una mascarilla facial
- Aplicación de sueros y humectantes que contienen antioxidantes o enzimas
Muchos individuos se someten a estos tratamientos una o dos veces al mes para regular el cuidado de la piel. Sin embargo, si presentas acné inflamatorio, deberías prescindir por completo.
Faciales para el Acné
A día de hoy, muchos salones de belleza, así como spas ofrecen tratamientos faciales especializados en el acné y afirmando que desobstruyen los poros de la piel, eliminando las lesiones y la irritación provocada.
Observemos como cada uno de estos procedimientos afecta a la piel propensa al acné.
Exfoliación
Los salones de belleza y los spas realizan la exfoliación a través de uno de los siguientes métodos: exfoliación física y exfoliación química.
- Exfoliación física: Un especialista frota la piel, utilizando un exfoliante o una máquina de abrasión, para eliminar las células muertas de la superficie de la piel. A corto plazo conlleva graves problemas para la piel propensa al acné porque puede causar irritación. Por lo tanto, las personas que son propensas al acné, especialmente si sufren de acné inflamado, deben evitar la exfoliación física debido a que pueden desencadenar o empeorar un brote.
- Exfoliación química: En este caso un especialista aplica un peeling químico para eliminar las capas superficiales de la piel. Estos varían en fuerza, puediendo administrar los llamados peelings de superficie, que son los peelings más suaves con hasta un 30% de fuerza. Este tipo de exfoliación acelera la renovación de la piel, ayudando a evitar que los poros de la piel se obstruyan y mejorar además la textura de la piel.
Para resumir, evita la exfoliación física. Sin embargo, la exfoliación química puede ser más segura y potencialmente beneficiosa para la piel.
Extracción manual de los granos
Los granos son poros obstruidos que parecen pequeños puntos blancos o negros en la piel. Son la forma más leve en lo referido a lesiones no inflamatorias, lo que significa que no tienen enrojecimiento a su alrededor.
El objetivo de esto es eliminar estos poros obstruidos antes de que se conviertan en lesiones de acné más graves e inflamadas.
Los esteticistas de los salones de belleza y los spas suelen realizar la extracción de los granos con un instrumento especializado. Este procedimiento es beneficioso, dependiendo en todo momento de la habilidad del esteticista. Cuando este proceos es realizado por una persona bien capacitada, la extracción puede ser beneficiosa. Sin embargo, un esteticista sin experiencia puede desencadenar una irritación de la piel, puediendo empeorar el acné ya existente.
En resumidas cuentas, considere la posibilidad de someterse a una extracción de granos siempre y caundo sepa que el esteticista al que acude tiene mucha experiencia.
Tratamiento con luz LED
El tratamiento con luz no láser forma parte de un tratamiento facial para el acné. El esteticista utiliza un dispositivo que hace brillar luz, ya sea azul o roja, sobre grandes superficies de la cara. La luz azul mata las bacterias del acné, mientras que la luz roja reduce la inflamación de la piel, todo lo cual ayuda a la mejora el acné.
La terapia de luz LED, según numerosas pruebas y estudios realizados, puede disminuir el número de lesiones de acné. Sin embargo, en los estudios que encontraron este efecto, las personas con acné recibieron tratamiento con luz LED dos veces por semana, como mínimo, durante varias semanas.
Es difícil decir si con un tratamiento facial, que incluya la terapia de luz LED, se obtendrían los mismos resultados pero recibiendo esta terapia con menos frecuencia, como una o incluso dos veces al mes.
Mascararilla Hidratante
Los tratamientos faciales para el acné incluyen la aplicación de una máscara hidratante. Estos productos se encargan de mejorar la piel seca y restablecer la barrera de la piel.
Esta barrera es simplemente la capa exterior de la piel, que protege la piel del ambiente externo, garantizando que no perdamos demasiada humedad. En el acné, esta barrera suele estar dañada, por lo que la piel será más vulnerable a la sequedad y a la inflamación.
Aplicar una máscara hidratante ayuda a hidratar la piel y a restaurar la barrera cutánea cuando se tiene acné.
Masajear la piel
Los tratamientos faciales, de forma general, suelen incluir un masaje en la cara. El masaje puede incluso extenderse hasta otras partes del cuerpo, siendo una experiencia agradable que ayuda a relajarse a todas aquellas personas después de un día estresante.
Si su piel está inflamada, este masaje puede crear una irritación física, desencadenando o empeorando un brote. Si, en cambio, no presenta acné inflamatorio, no dude en disfrutar de la experiencia de un masaje facial.
Tenga en cuenta que si la única razón por la que está considerando un masaje facial es para relajarse, puede haber mejores opciones, como un masaje de cuerpo entero o el yoga.
Conclusión sobre los tratamientos faciales del Acné
Como acabamos de ver en este artículo, los procedimientos que se realizan durante un tratamiento facial destinado al acné pueden, en pocas ocasiones, empeorar el acné ya existente o provocarlo.
Sólo tiene sentido tenerlo en cuenta si:
- Presentas un acné leve y no inflamatorio
- La piel no está irritada
- El esteticista o especializado esta bien entrenado
En otras palabras, si tienes acné inflamatorio o si tu piel presenta irritación, deberías saltarte los tratamientos faciales.
Aplicar una rutina de cuidado de la piel anti-acné es más recomendable que realizar un facial ocasional, permitiendo conseguir resultados a largo plazo.
Si sólo tiene un acné leve y considera que los tratamientos faciales son una experiencia agradable y relajante, un tratamiento facial puede ser una buena adición a su rutina regular de cuidado de la piel.